Esto evita que puedan producirse confusiones al realizar el conexionado, o durante pruebas y reparaciones posteriores, reduciendo la posibilidad de errores.
Recuerde que si se trata de simples reparaciones locativas como pintura, tuberías, acabados y cubiertas, entre otras, no se requiere gestionar el permiso.
Si quiere hacer reparaciones necesarias, podrá el usufructuario exigir que se hagan en un tiempo razonable y con el menor perjuicio posible del usufructo.