Varias lunas llenas hicimos lunadas en las que armados con chocolate espumoso salíamos a ver los detalles de los cráteres hasta que la vista se cansara de tanta luz.
No debemos dejar de señalar la antítesis lunadas de soles, así como la sinestesia soles oleosos y aromados donde se conjugan lo térmico con lo táctil y lo olfativo.
Por sus características, el lugar también es genial para simplemente descansar y disfrutar de una lunada o paseo nocturno que, sin duda, son una inolvidable experiencia.