Las litologías más antiguas están caracterizadas por fases múltiples de deformación, metamorfismo y actividades magmáticas; afloran predominantemente en la parte oriental del área.
Lo mismo puede decirse de la edafosfera, por cuanto fisiografía, litología, clima y organismos, junto al tiempo son sus principales factores formadores.
Los últimos son rocas y su estudio concierne a la litología (geología), mientras que los primeros pueden ser muy efímeros, pudiendo cambiar de morfología en pocos años.
Los estratos guías o marcadores son de gran importancia para la correlación estratigráfica y en la interpretación de estructuras particularmente cuando aparecen en potentes series azoicas o de litología uniforme.