Los gastos en vestuario, flecos, kepis, tambores y colorete son nada en comparación con el derroche de estupidez que campea en estas fiestas tristes y tortuosas.
Torres concluyó de ajustar la hebilla, rectificó la posición de la pistola en la funda y, luego de alisarse maquinalmente los cabellos, se puso el kepis.