En la actualidad ciertas personalidades pueden investirse de un carácter mítico y sobre ellas circulan todo tipo de leyendas y anécdotas inverificables.
La diferencia entre los perros y nosotros es que tenemos múltiples figuras investidas de autoridad, por razones operativas de nuestro complejo desarrollo social.
Todos los santos, en efecto, están investidos de una función profética específica, al servicio de los cristianos de su tiempo y de las generaciones futuras.
En la antigüedad, ciertas culturas y prácticas religiosas invistieron a los objetos de atributos sobrenaturales, convirtiéndolos en fetiches destinados a la adoración.