A diferencia del alfabeto, que reduplica el lenguaje fonético sobre el plano visual, la ideografía supone una representación figurada y animada de los modelos mentales.
Si para representar las se recurre al auxilio de ideas asociadas (una fuente que mana simbolizará la vida), no se tratará propiamente de una pictografía sino de ideografía.
Nos vamos aproximando así al terreno de la ideografía, que nos permite ya representar nociones abstractas mediante signos convencionales rompiendo la barrera de la representación icónica.
En ese caso las ideografías de esa determinada cultura contemporánea o esa cultura antigua le dan sentido a una composición e intentan contar una historia.