Según la autopsia, el sexagenario presentaba 37 heridas punzocortantes en distintas partes del cuerpo, que le provocaron una hemorragia y luego la muerte.
Es ampliamente utilizada en traumatismos craneoencefálicos y se ha aplicado a otros cuadros neurológicos (ictus, hemorragia intraparenquimatosa, hemorragia subaracnoidea) y comas de etiología no traumática.
En la mayoría de los casos, los angiomas cavernosos son observados para detectar los cambios de aspecto, las hemorragias recientes, o los síntomas clínicos.