Éste, dijo, señalando un paisaje, es cuando egresamos Holkham y no pudimos comprar fish and chips porque había una cola desde el estanquillo hasta el estacionamiento.
También los estanquillos de aguas de raíz o limonadas son los encargados de hidratar a los bailarines entre cada canción, un cuadro de convivencia que se mantiene semana a semana.
No se ven sino mil groseros barbarismos todos los días escritos públicamente en las velerías, chocolaterías, estanquillos, papeles de las esquinas, y aun en el cartel del coliseo.