Las carnadas incendiarias verdaderas provocan sus respuestas de manera accidental; cuando lo hacen de forma intencional, se conocen como embaucamientos.
No es difícil vislumbrar su pensamiento con respecto a cualquier asunto, pues siempre tendrá como objetivo la distracción, el embaucamiento y la coerción mediante el miedo.
De esta manera disipa todos los halagos y embaucamientos, que suelen oscurecer nuestra vista para que no levantemos los ojos de nuestro entendimiento, como conviene, a contemplar la gloria celestial.
La revolución del siglo xx decreta que los valores están mezclados con el movimiento de la historia y su razón histórica justifica un nuevo embaucamiento.
La civilización jacobina y burguesa supone que los valores están por encima de la historia, y su virtud formal fundamenta entonces un embaucamiento repugnante.
Estas luchas sociales y comportamientos invisibles implican a la vez confrontaciones molares con los aparatos de poder y estrategias de retirada, lucha y embaucamiento.