Los déspotas, los autoritarios, los populistas, los nacionalistas, los demagogos asistencialistas que hacen beneficencia con los dineros públicos, para llevar agua a sus molinos, etc.
Pero si adquieren tierras, casas, dinero, se convertirán de guardianes en administradores trapisondistas y de amigos de sus ciudadanos en odiosos déspotas.
Su función llegó hasta nuestros días a través de teocracias, monarquías, déspotas absolutos, y también sacralizando monarquías constitucionales y autocracias parlamentarias.
Los funcionarios nombrados durante a vigencia de las reformas borbónicas chocaron con estas prácticas y fueron juzgados por los criollos como déspotas.