Gracias al poder conseguido y a siglos de conquistas, el judeocristianismo ha hecho creer que existe y está presente en todo lo que contraria sus dogmas.
La vigencia en el registro consta de dos años, renovándose automáticamente por un periodo igual, salvo que la persona manifieste la intención contraria.
El neutralismo en general también se lo puede entender como la actitud contraria al autoritarismo, es decir como una actitud imparcial ante una situación, hecho, problema, etc.