Pocas veces asistimos al espectáculo de una forma tan clásica, sobria, apolínea, comedida comunicando un contenido tan salvajemente dionisíaco, excesivo y desmesurado.
Recuerda que siempre estamos comunicando, los gestos, las palabras, las posturas corporales son acciones que dejan ver nuestro equilibrio mental y emocional.