Es posible comprar un inmueble que tenga cash-flow positivo en el momento inicial y al cabo de un tiempo baje el alquiler y el cash-flow se convierta en negativo.
Tenemos una capacidad de cash flow de entre 8.000 y 9.000 millones de euros anuales con los que pagamos impuestos, dividendos e invertimos 6.000 millones.