Lo importante no son ellos, sus almas ni sus historias, sino su visualidad, sus colores - - encarnado el chico, negro el otro, blanquirroja ella - - y la cinematografía de sus movimientos.
Celestes y blanquirrojos, dos equipos muy parecidos tácticamente, jugaron un primer tiempo físico y muy intenso, pero de pocas luces y escaso vuelo futbolístico.
Aunque sólo se ha disputado una jornada, los blanquirrojos necesitan sacudirse de la mala inercia heredada del pasado campeonato y brindar la primera alegría a sus aficionados.