La inmunidad parlamentaria en cambio, a diferencia de la inviolabilidad, protege a los miembros de las cámaras por actos ajenos a su función parlamentaria.
Contribuye a robustecer esta fama de sabiduría su voz grave y campanuda, la entonación dogmática y sentenciosa de sus discursos y la estudiada circunspección y seriedad de todos sus actos.
Dadas sus carencias económicas comenzó a trabajar desde muy pequeño en distintos oficios, pero le gustaba cantar en los actos del colegio donde pertenecía a la rondalla.