Aunque, en principio, supone la escritura peculiar de los nombres y los apellidos, ésta puede revestir diferentes modalidades como abreviaciones, síntesis, composiciones personalísimas.
Si se desea hacer la abreviación, lo que es frecuente en la expresión de acontecimientos relevantes celebrados en ciertos años, no debe utilizarse el apóstrofo.
Claro que sí y para ello el hablante puede utilizar distintos mecanismos de formación de palabras: derivación (prefijación y sufijación), composición, abreviación, etc..