Todos nos preguntamos, desde los periodistas a los quiosqueros, desde los ministros a los obreros, cómo no se ha producido ya - o hace algún tiempo - un formidable estallido social.
Estamos con cuatro millones y medio parados, una barbaridad y, aparte, los analistas financieros y los noticieros sólo hablan de esto; hace que la sicosis crezca.