Corte las hojas que se encuentren dañadas, y quite todas aquellas que no tengan el vigor de las florescencias, como sucede en el caso de los crisantemos en flor.
De hecho, me atrevería a decir que sólo un 0,0001 % de la población femenina tiene el don de verse mina con el clásico corte a lo garçon, como le llaman.