Un seguro de renta vitalicia es un producto totalmente líquido, con total derecho a rescate o anticipo, previo descuento de la penalización correspondiente.
Una fracción de esa caja se debería usar en subvenciones con vocación vitalicia, cuya última función política sería capturar votos de igual modo vitalicios.
La corrección por un factor actuarial se realiza porque estos últimos beneficiarios contarán con un seguro adicional en relación a aquellos que elijan renta vitalicia.