Conversamos con un gran grupo de varones sijs, sus brazaletes, sus dagas, la larga barba y los turbantes aportando color a sus vestimentas llamaban la atención de los niños.
Emperatriz, media hora después de su llegada alcampo, comenzó a probarse turbantes de terciopelo granate, chechias deastrakán, pamelas, capelinas de tul malva, que había transportado enuna docena de sombrereras.