Los textos en prosa son difíciles de clasificar: descripciones, situaciones, anécdota, simulaciones o parodias de tipos textuales muy formales (el escolasticismo).
Esto ha ocasionado que sus elementos materiales estén constituidos por múltiples sistemas de significación, desde los textuales y visuales hasta los objetuales, interactivos y emotivos.
No es una incoherencia cuya solución lógica no llegue a encontrar, sino una estrategia y una estratificación textuales cuyo análisis es preciso practicar.