También porque la personalidad del cienfueguero es más sosegada y menos amuñecada y dada al conflicto lo que evita el tradicional tumulto y empuja empuja del habanero.
Que todos - gobernantes, políticos, jurisperitos, líderes de opinión, periodistas - hagamos un alto en el camino y optemos por gestionar de manera más sosegada el planteamiento y solución de los problemas.