Este tipo de sobreoferta irrumpió primero en las viviendas norteamericanas y se expandió posteriormente a varias ramas de la economía mundial (automóviles, siderurgia, textiles).
Posee un vasto complejo de producción de armas, siderurgia, automotriz, petroquímica, energía, maquinarias, aeroespacial, electrónica, equipos médicos, forestal y textil.