Tan pronto la culpaba recordando mil indicios reveladores de su falsía, como, arrepentido, desechaba horrorizado tales sospechas que me calcinaban el cerebro y me torturaban el corazón.?
Descartes le atribuye muchísima importancia a esos sueños reveladores que le dicen, cosa muy rara, que no sea crédulo y que verifique todo el conocimiento.