En efecto, una percepción es una especie de prognosis relampagueante de lo que acontecerá si se cumplen ciertos actos ulteriores, es decir, interpretaciones de datos en función de posibilidades vitales.
La ira es fácilmente detectable, por el rostro enrojecido, ojos relampagueantes, puños apretados, contracción de los músculos de la mandíbula inferior.
Alrededor de los objetos kirlianografiados (vaya palabreja) se ve claramente energía, relampagueantes rayos con atractivos colores que rodean al objeto fotografiado...