Tal propósito es acaso, para decir poco, un quijotismo, una especie de extraño sentimental; mas pudiera ser también algo más grave: un principio antivital, destructor...
Encontramos quijotismos en cualquier empresa utópica, en las luchas desiguales entre seres imaginativos y seres obtusos para la creación, salvo que sea la mayor ramplonería pragmática.
Es como si pecara al pensar que de algún modo condeno a la victima de sus circunstancias... como si cayera en quijotismo con las consecuencias que ello trae.