En palabras técnicas quizá sería decir que para detectar una verdad manipulada se debiera aplicar los postulados básicos de la ciencia: objetividad, cognoscibilidad, y verificación.
Los postulados filosoficos y teologicos no son gigantes ni molinos, no son de ámbito fenoménico, y tratar los como fenómenos es un error de principiantes.
Es quien más expresa los postulados del sensacionismo, elevando hasta el exceso ese ansia de sentir, de percibir toda la complejidad de las sensaciones.