Cuando se combina con los lugares comunes da lugar a toda una serie de dispositivos que son: la homonimia, sinonimia y paronomasia, los tropos, los metaplasmos y las figuras.
Pero si ese poema emplea aliteraciones, paronomasias y otros esquemas de repetición fonética, las posibilidades de encontrarlo en forma de anagrama oculto se disparan exponencialmente.