Por extensión se ha denominado filibusterismo a cualquier forma de obstruccionismo parlamentario o de interpretación interesada de los reglamentos y usos parlamentarios que resulte favorable a un bando.
La atención frente al hundimiento de la enmienda constitucional se centró, de manera insípida, en las gabelas consentidas para la fruición de los parlamentarios.
Por otro lado, debemos reconocer la buena voluntad y decidido apoyo de numerosos parlamentarios, quienes en ningún momento retacearon su apoyo y solidaridad a esta causa.