La prole que en el orden natural es el fin del matrimonio, en el régimen divorcista es siempre un riesgo, mañana tal vez un obstáculo, más tarde un remordimiento.
La felicidad humana, de acuerdo a los taoístas, se logra cuando los humanos siguen el orden natural, actuando espontáneamente y confiando en sus conocimientos intuitivos.