Entre las representaciones más comunes utilizadas para estudiar el clima prehistórico y las condiciones oceánicas están las foraminíferas, o forams para abreviar.
Los arroyos, corrientes oceánicas, olas, viento, aguas subterráneas, glaciales y la gravedad continuamente erosionan y transportan suelo, fragmentos de rocas y sedimento, a lugares de deposición donde se meteorizan.