Han causado ese temor los grupos globalifóbicos, las luchas populares, obreras, campesinas e indígenas, y más que nada la ley de la selva generada por el propio capitalismo para sobrevivir.
En la década de 1890, una base de poder político surgió tras las huelgas de mineros, estibadores y esquiladores, alcanzando una unificación y la representación de las clases obreras.
Creo que a pesar de esa diferencia debemos abroquelarnos, juntarnos para enfrentar a los partidos burgueses y sus políticas anti-obreras y anti-populares.