Los demás vecinos, tal como se entiende hoy la palabra, eran soldados y mercaderes, considerados en aquellas épocas simplemente estantes, habitantes y también moradores.
Todos ellos se corresponden con túmulos, pequeños montículos de tierra, porque cuando se abandonaron fueron cerrados y sellados por sus propios moradores.
Negros libertos y cimarrones ocuparon los llanos y las tierras de los bajos ocupados originalmente por los indígenas y pronto acabaron con sus moradores.
Varios proyectos de este tipo, debidamente financiados y planificados, han fracasado por la oposición concertada de moradores y líderes políticos locales.