Vamos apretujados en un solo bloque de calor, pero siempre cabe uno más: un albañil, una mecanógrafa, un poeta, o, acaso, un comerciante (un hombre cuyo tráfico oscuro fue abolido).
El ser una mecanógrafa experta la hizo indispensable para escribir aquellos documentos que después entregaría a los distintos grupos organizados que estaban en la lucha política contra la dictadura.
O sea: en nuestro problema, se averigua qué parte del trabajo realiza en una hora cada mecanógrafa; se suman ambos quebrados y se divide la unidad por esta suma.