Los estudios han implicado también la resistencia a la insulina, que suele producirse en diabéticos insulinodependientes, como factor independiente en la aparición de la aterosclerosis y la embolia.
Algunos deportes de alto riesgo están desaconsejados en los diabéticos insulinodependientes, debido a los peligros a los que pueden exponerse si sufren una hipoglucemia durante su práctica.
Se presenta generalmente en pacientes no insulinodependientes, de edad madura, con una mortalidad significativamente más elevada que la de la cetoacidosis diabética.
Por otro lado, se recomienda abstenerse de sus antigrasos favores a embarazadas, diabéticos insulinodependientes e individuos sometidos a un tratamiento médico continuado.
A pacientes insulinodependientes, o con patología médica u obstétrica asociada, se les instruye para monitorización de los movimientos fetales, en forma diaria hasta la interrupción de la gestación.