Los indivisibles, y más tarde la diferencial de una función, se representaban como verdaderos infinitésimos, como algo de magnitud constante extremadamente pequeña, que sin embargo no era cero.
Los números existen (p.ej., existen infinitos números primos, de los cuales sólo conocemos y conoceremos una infinitésima parte) pero no tienen las propiedades que harían de ellos entidades naturales..