Curiosamente algunos de estos cupajes alcanzan unos altísimos niveles alcohólicos (sobre 17 % algunos), que, inexplicablemente, casi no se perciben a nivel organoléptico.
El resultado es no menos impreciso: los otros no padecen ninguna de nuestras pesadas incapacidades y taras y se acercan inexplicablemente a la perfección.
Nunca me había encontrado con un animal que sale tranquilamente de un macizo de azaleas, dejando a una anfitriona encantadora y muy querida inexplicablemente desaparecida.