Con este método se procesaban animales muertos y residuos orgánicos para producir grasa, que se utilizaba para elaborar perfumes, lubricantes, glicerina, velas y jabón.
Como hemos dicho antes, la glicerina es un componente natural de nuestras grasas, y sus derivados son metabolitos habituales en nuestro organismo (gliceraldehído, dihidroxiacetona).