Este efecto es muy conocido, y es utilizado en sistemas que se llaman giróscopos, (grandes discos metálicos que giran) que se emplean también en barcos, obviamente para su estabilidad.
Los giróscopos se utilizan en instrumentos como el indicador de actitud, el indicador de rumbo (giroscopio direccional) y el coordinador de giro (brújula de inclinación).
Por suerte, cuando el motor se encendió 71 minutos después del lanzamiento, el problema con los giróscopos se había solucionado sin intervención humana.
Pero los girocoches, vehículos de dos ruedas que, con el uso de giróscopos, mantienen siempre su equilibrio, convierten la innovación técnica en conceptual.