Dadas las altas temperaturas en verano, necesitan usar los casi todos los días, preferentemente de noche para evitar la humedad diurna que puede provocar enfermedades fungosas.
Esta práctica se complementa con una relacionada con la preparación de placas de estructuras fungosas, como lo son cleistotecios o hifas para su observación con el microscopio compuesto.
Este incremento podría aumentar la incidencia de enfermedades fungosas y al mismo tiempo influye positivamente al disminuirse la transpiración en las plantas.