Aunque son muy distintas, las tres literaturas tienen un rasgo en común: la pugna, más ideológica que literaria, entre las tendencias cosmopolitas y las nativistas, el europeísmo y el americanismo.
No podemos proseguir practicando un europeísmo falso; pero es preciso huir también de otra ilusión peligrosa, que es la de un mexicanismo igualmente falso.
El europeísmo fue planteado por los medios de comunicación desde un principio como inevitable, así como inevitables parecen ser los recortes y la pérdida de derechos.