Estos caballeretes, que se creen el hoyo del queque, con sus abudantes ofertones, que nunca, ni por un pienso, se les ha pasado por sus estrechos cerebros, cumplir.
El rayo globular puede viajar por pasillos estrechos y colarse por chimeneas, mosquiteras y cerraduras, e incluso atravesar ventanas, paredes y otros objetos sólidos.