Jugamos al contragolpe porque nuestro promedio de edad no nos permite correr a la misma velocidad que nuestros oponentes, en muchos casos escuincles de 20 años.
Su actitud demuestra con claridad que tiene mayor interés en satisfacer su rabia - - descargar la en el escuincle - - que tratar responsablemente el problema que éste pueda estar presentando.