La petición es telemática, mediante la cumplimentación del impreso ubicado en la página web, el cual se tramita por e-mail una vez firmado digitalmente.
Un examante dolido podría filtrar la en línea, usar tus contraseñas para espiarte en el ciberespacio o encontrar otras formas de vengarse digitalmente.
En la actualidad, la validez jurídica de los documentos firmados digitalmente dependen de los acuerdos previos celebrados entre las partes intervinientes.