Actúa como un desoxidante y también neutraliza los efectos nocivos del azufre, facilitando la laminación, moldeo y otras operaciones de trabajo en caliente.
Además, dicho gas simplifica notablemente el soldeo de metales no ferrosos, por no requerir el empleo de desoxidantes, con las deformaciones o inclusiones de escoria que pueden implicar.
Dicho fundente se funde por el calor del arco generando una protección gaseosa eficiente y proveyendo elementos desoxidantes y eventuales elementos de aleación al baño metálico.
Posteriormente aplicamos el desoxidante con un paño o servilleta de papel y poco a poco el oxido irá desapareciendo por completo hasta dejar ver la pieza con todo su brillo.
El manganeso actúa también como desoxidante y evita, en parte, que en la solidificación del acero que se desprendan gases que den lugar a porosidades perjudiciales en el material.