Sólo que en un mundo (y en un país) desmadrado y despadrado como el que nos tocó en suerte, nos toca ejercer no sólo como amanuenses sino, además, como críticos.
A diferencia de muchos otros, este estupendo actor suele contenerse bastante y no suele caer en el histrionismo más desmadrado (cosa que personalmente agradezco).
Después de haber desmadrado la mitad de mi ya de por si desmadrado (y escaso) guardarropa, me conseguí un mandil de tela negra y gruesa, con el que parecía carnicero.