Siempre nos enseñaron que en la democracia representativa mandaba la mayoria e incluso academizaron tesis sobre si esa mayoria no tenia porque ser absoluta.
Es por tanto claramente una cuestión esencial la que está en juego, la de la democracia representativa y de la salvaguardia de sus principios fundacionales.
Esta acción va en contra de nuestro marco constitucional y de las libertades individuales, bofeteando nuestra democracia representativa y sobre todo, traicionando disimuladamente a la ciudadanía.