El primero de ellos fue la formulación de objeciones presidenciales a un proyecto de reforma constitucional completo en su proceso deliberativo y de aprobación.
Indicó que hacer una constitución es un proceso deliberativo, ciudadano, en que tienen que participar todas las personas y todas las regiones de nuestro país.
La democracia deliberativa necesita flexibilidad, incluso desapego ideológico: sin cambios de opinión, la deliberación es un ejercicio estéril, casi absurdo.
En realidad, si se quiere ser democrático, debiéramos construir una videoesfera tan distribuida como la blogosfera: incontrolable, libre, deliberativa, pluriarquica...