Las principales características de esta escuela fueron la notable importancia que concedieron a la ética, marcada por un sensualismo hedonista y a una epistemología empírica y escéptica.
Se dió la breva que los comunistas concedieron el sufragio femenino, sin pensar que las mujeres son el elemento más estable dentro de cualquier sociedad.
Los socialistas no concedieron nunca una importancia especial a la propaganda impresa y se contentaban con publicar tres o cuatro semanarios en todo el país.