Si uno escucha de pronto una grabación de una cora o de un clavecín por debajo de ese volumen estandarizado, le parecerá que no suena bien, que suena poco.
La música de clavecín me relaja mucho y ayer estuve escuchándo la hasta altas horas de la madrugada, a pesar de que me reclamasen tareas desde muy temprano.